Bienvenida a la Primavera

Y así, tranquilamente, casi imperceptible, llega la primavera.

Como cada año, el Equinoccio de Primavera nos marca el inicio de ésta estación, que en el 2016 ocurrirá el próximo 20 de Marzo y transcurrirá hasta el Solsticio de Verano (21 de junio).

Dentro del entorno natural que nos rodea, observamos cómo se produce el florecimiento.

Es muy sencillo observar a nuestro alrededor y ver cómo aquellos árboles que poco tiempo atrás parecían estar sin vida, comienzan a florecer y casi sin darnos cuenta, los vemos con otro aspecto: llenos de vida.

Incluso el canto de los pájaros se vuelve más vital, más alegre.

Simplemente observando y a través de nuestros sentidos, nos damos cuenta de la eclosión de vida, de colores, de nuevos olores que se producen a nuestro alrededor. Es ésta naturaleza tan sabia y de la cual formamos parte, que nos está invitando a renacer.

No son más que los ciclos de la vida. Para renacer antes hemos tenido que morir. Y morir en éste caso, significa soltar, dejar atrás. Soltamos esa parte de nuestro carácter, esa parte de nuestro ego que nos hace daño, que ya no nos sirve o que nos limita en nuestro crecimiento y evolución personal. Sólo de esa manera podremos renacer a una nueva visión de nosotros mismos y en consecuencia a una nueva visión de nuestro entorno. Al soltar, nuestra visión poco a poco se va transformado y se convierte en una mirada más limpia, más pura, más auténtica.

Y nosotros, al igual que ése árbol que durante el otoño se desprendió de aquellas hojas ya caducas y durante el invierno quedó desnudo, podemos sentirnos florecer, llenarnos de vida y de verdor.

Los ciclos de la naturaleza nos invitan a recordarnos que nada es para siempre, que podemos intuir esa flor que empieza a abrirse en nuestro corazón. Sólo es necesario confiar y aguardar pacientemente.

Y así … tranquilamente, casi imperceptible, sin grandes ruidos ni resplandores, sin que la tierra tiemble. Así, sencillamente llegará la primavera a nuestro corazón.

María José Montero