Si es cuestión de elección, elijo ser feliz

Elegir ser feliz empieza por darte tiempo a ti mismo.

Elegir ser feliz, elegir ser tu prioridad, es todo un acto de valentía. Todos deseamos ser felices, y en muchas ocasiones, no asumimos la responsabilidad que ello conlleva. Digo responsabilidad porque la felicidad no siempre viene sola, la felicidad es más bien algo que se construye y que requiere de pasar cierto tiempo a solas con uno mismo.

Este tiempo para uno es la base para aprender a atendernos, escucharnos, tenernos en cuenta, situándonos como los protagonistas de nuestras vidas y no detrás del telón viendo pasar la función.

Cuando elijo atenderme un poco más, atender lo que necesito, tomarme un tiempo para estar conmigo mismo, cuidarme y tomar mis propias decisiones, estoy eligiendo estar en contacto con mi verdadera esencia y, por lo tanto, ser un poco más feliz.

Ser feliz, supone, entre otras cosas, que aprendamos a priorizar, que nos tomemos un tiempo para evaluar las cosas que hacemos en nuestro día a día, si hacemos lo que realmente queremos o es el piloto automático lo que nos lleva ahí. Si nos llenamos el día de trabajo, actividades, encuentros… si realmente eso es lo que queremos, o si, también nos sienta bien parar, darnos un respiro, tumbarnos un rato en el parque o en la playa tomando el sol sin hacer nada.

La felicidad se construye muchas veces sobre las cosas sencillas, coger las riendas de nuestras vidas, también. Aprender a tomar pequeñas decisiones en el día a día, desde ese lugar interno que me conecta conmigo, decir que sí o que no cuando realmente así lo siento, dejar de actuar por la inercia de lo que ya conocemos, y asumir la valentía de abrirnos a otros espacios, a veces desconocidos, inciertos… y saborear la magia de la vida. ¿Qué pasa si no quiero llenarme el día de actividades y cosas que hacer para no aburrirme? ¿Qué pasa si me doy tiempo para aburrirme y estar conmigo mismo? Quizás me sorprenda, y ese espacio me muestre como estoy, que es lo que necesito, a quien me apetece llamar de corazón…

Son muchas las tradiciones que nos recuerdan que la felicidad no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos, y lo que hacemos con ello. Y, ¿sabemos lo que somos? ¿Nos permitimos ese tiempo de encuentro y de descubrimiento de nosotros mismos?

 “No hay llave para la felicidad, la puerta está siempre abierta”

Te invito pues, a través de estas palabras, a que te regales ese ratito de estar contigo.

Marta Navarro

Psicóloga, Pedagoga y Terapeuta Gestalt.

www.psicoterapiamartanavarro.com

Deja un comentario





Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.